Inglaterra es un país con un orgullo desmesurado, dado a publicitar por doquier sus victorias como esconder descaradamente sus derrotas. Al contrario, España es una nación que no ha sabido valorar su glorioso pasado, y ha dejado sistemáticamente que otros escriban su historia por ella. Esto ha dado la percepción errónea de que España generalmente solo ha tenido derrotas honorables a lo largo de los siglos, cosa que ha llegado hasta nuestros días, y son pocos los que en verdad conocen la verdadera historia de nuestro país.
Igualmente somos dados a pensar que somos únicos en hacer monumentales cagadas históricas sonrojantes a los ojos del mundo. Lo que vamos a exponer a continuación es un ejemplo de lo escrito anteriormente.
Derrota de Vernon en Cartagena de Indias, 1741
Hasta hace poco casi nadie conocía esta batalla, encuadrada en la Guerra de la Oreja de Jenkins o Guerra del Asiento (1739-1748) en el área del Caribe.
Descrita a grandes rasgos, Inglaterra ansiaba el control y la conquista de la América española. El Almirante Vernon envalentonado por su victoria en Portobelo (1739), y viendo las débiles defensas españolas en aquellas tierras decide dar un golpe de gracia, mortal, al Imperio español. La conquista de Cartagena de Indias, en la actual Colombia, suponía la puerta de entrada casi segura a la bandera británica en sudamérica. Para ello, Vernon contaba con la escuadra más grande jamás reunida, formada por 195 navíos y 32.000 soldados. En frente, Cartagena de Indias, defendida por el Almirante español Don Blas de Lezo, con 6 navíos y 3.500 soldados. Así pues, la derrota española era casi inevitable.
Inglaterra segura de su flamante victoria mandó acuñar una serie de medallas conmemorativas, entre ellas, a cada cual más lacerante para España, se encontraba una cuya leyenda decía «el orgullo español humillado por Vernon» y situaba en el dibujo a Blas de Lezo de rodillas, entregando su espada al Almirante Vernon.
Para horror inglés, y después haber repartido las mencionadas medallas por doquier, Vernon sufre la mayor y humillante derrota infligida a Inglaterra a lo largo de su historia. Su rey, Jorge II, prohibió hablar y mencionar este suceso en las crónicas británicas para intentar enterrarlo. Cosa que casi sucede, y es que bien está el dicho: no vendas la piel del oso antes de matarlo.
Uno puede pensar que un país serio para estas cosas como Inglaterra no volvería a cometer un error tan bochornoso, pero ha vuelto a suceder, esta vez hace relativamente poco tiempo.
Para conmemorar la Batalla de Trafalgar (1805), en la que el Almirante Nelson derrotó a la escuadra franco-española, la Casa de la Moneda inglesa decidió sacar a la luz una serie de medallas de varios valores. En las que se refiere a Gibraltar, acuñó (2005) una de 1 corona y 5 libras en las que aparece Nelson herido, recogido por un compatriota. Recordemos que fue en Trafalgar donde Nelson perdió honorablemente la vida. Pero increíblemente los artífices de crear dicha medalla cometieron un error: el dibujo empleado en la medalla no es de la Batalla de Trafalgar, si no que es de un óleo del siglo XIX de Richard Westall conmemorando la Derrota de Nelson en Tenerife (1797), cuando Nelson perdió su brazo.
Pues sí, el «invencible» Nelson fue derrotado por milicianos y lugareños españoles en dicho año al intentar conquistar las Canarias para Gran Bretaña. El trofeo de guerra, sus banderas, están expuestas en el museo Militar Regional de Canarias.
En fin, curiosas medallas para la colección de numismáticos y amantes de la historia de España.
Antonio Martín Asperilla
antonionoez@yahoo.es