El día 8-9-2018 el diario El País traía en sus páginas el artículo La historia de España cabe en esta fosa: de los romanos a los brigadistas. En el mismo se hace referencia a la excavación arqueológica de unos restos de la Guerra Civil superpuestos a otros mucho más antiguos. Es lo que podría ocurrir en la Sierra de Noez (1034m), concretamente en el observatorio de la Guerra Civil. Los vecinos conocen que fue levantado por un pequeño contingente republicano sin apenas recursos, y que fue utilizado durante poco tiempo en el trascurso de la contienda.
Cualquiera que lo visite in situ observará que es una obra demasiado grande como para ser realizada en tan poco tiempo, además el volumen de escombro y la naturaleza del suelo hace casi imposible su construcción en ese periodo, demasiado trabajo bajo esas circunstancias. Tampoco cumple con su supuesto cometido, pues ni se puede observar los enfrentamientos en Toledo capital, ni podemos vigilar el paso de Toledo a los Montes, pues la vista lo impide el mismo Pico de Noez y la sierra de Alpuébrega. Los republicanos lo utilizaron porque encontraron restos de defensa más antiguos, aprovechándose de ellos, y al darse cuenta de su inutilidad los abandonaron enseguida.
Parte de la respuesta que buscamos nos la da la toponimia del enclave, los Castillejos, que hace referencia a un punto defensivo fortificado de antigüedad indeterminada, muy degradado (- ejo, sufijo despectivo). Los restos y escombros dispersos por la zona nos recuerdan a los de un “poblado” en altura de la Edad de Bronce – más si nos fijamos en el muro oeste -. Puede que sea un punto militar o religioso del vecino emplazamiento deAlpuébrega, a escaso kilómetro de distancia, al otro lado del Pico de Noez, perfectamente visible desde este. En el vecino cerro de Alpuébrega también existen supuestos muros y cimientos de edificios que merecen un profundo estudio.
A unos 20 metros del observatorio de la Guerra Civil tenemos los restos de las Tres Hermanas, antaño un afloramiento rocoso en forma de pieza dental, tenía tres salientes naturales de unos 4-5 metros de altura a modo de menhires que un rayo redujo a escombros a mediados del siglo XX. La leyenda cuenta que eran unas hermanas que se opusieron a la palabra de Dios, y este las convirtió en piedra. Nos recuerda el relato bíblico de la estatua de sal de la esposa de Lot, y es que, como en Sodoma y Gomorra, el relato puede encubrir la desaparición de un poblado pagano por no seguir las normas de la nueva religión triunfante, la cristiana. Aunque a decir verdad, puede que todo esto sea mera coincidencia.
También curiosa es una estructura de piedra, a modo de altar o pseudodolmen, situada a unos 150 metros, llamada por los lugareños Cocinilla del Manco, de origen seguramente natural con restos de ocupación y modificación humana. Presenta unos»escalones» en la roca – provocados por la erosión natural -, que junto con otras piedras, hacen de calza a una gran plancha de piedra situada a modo de tabla de mesa. A su izquierda, hacia donde tiene inclinación dicha tabla, encontramos canalizaciones de líquido, naturales, puede que remarcadas artificialmente. La colocación de las calzas de piedra son bastante llamativas, tanto por su tamaño, como por su situación dentro de la estructura. Su función no está muy clara, y está justamente al lado del antiguo y antaño único camino de acceso al pico de Noez.
En los últimos años se ha colocado en el mismo pico un observatorio rudimentario para la observación del cielo, dada la posición privilegiada de la sierra.
La última curiosidad de la Sierra la tenemos en el camino del Collao, en los llamados Grabados de la Piedra de los Pastores. ”. En la parte más alta del lugar, grabadas en piedra, tenemos algunas inscripciones de pastor, fechadas de 1870 a 1969, algunas realizadas por el padre del autor de este artículo. En los dibujos de los grabados predominan nombres de personas, fechas, animales domésticos, y en menos número pero más interesantes, motivos religiosos, como cruces o ángeles /santos que actúan a modo de protección a los nombres que rodean, aunque estos últimos, dado la ejecución de sus trazas pudieran parecer hadas, espíritus o incluso alienígenas.
Es destacable mencionar la historia del profesor Telesforo Torija de la Fuente, hijo predilecto del pueblo, quién siendo pastor dejó también aquí grabados su nombre y dibujos. Sin haber ido a la escuela educó tan bien en números y letras a los hijos de un capitán durante su servicio militar, que este en agradecimiento le pagó unos estudios, llegando a catedrático.
Algunas veces los grabados prehistóricos se han catalogado erróneamente como “de pastor” por algún investigador, pues en ocasiones estos zagales han grabado sobreponiendo sobre otras inscripciones más antiguas, cosa que pasa en numerosas ocasiones, mezclándose simbología de varias culturas y tiempos entre sí. En el caso del pueblo de Noez está claro que son de aquella gente que salía a pastorear su ganado en este lugar. Estos grabados merecerían ser protegidos, aunque sea primeramente mediante el calco de los mismos.
Antonio Martín Asperilla
Artículo incluido en la Revista de Estudios Monteños núm. 168
La ruta que se propone a continuación nos llevará por una serie de fósiles de fama e importancia mundial. Es una ruta larga, de unos 300 kilómetros, por enclaves que varían de dificultad baja a muy alta y peligrosa, por lo que aconsejo informarse bien antes de iniciar la aventura y avisar a familiares o amigos de nuestro lugar de situación.
En general, la mayor parte del patrimonio fósil que vamos a visitar podemos encuadrarlo en el periodo Ordovícico (485-444 millones de años). Por aquellos tiempos los Montes de Toledo formaban parte del antiguo macrocontinente de Gondwana, cercanos al Polo Sur, permaneciendo sumergido en aguas poco profundas o siendo línea de playa de dicho continente. Los animales que nos encontramos son invertebrados: cefalópodos de concha recta, corales, braquiópodos articulados, bivalvos, nautiloideos, trilobites, ostrácodos, briozoos, equinodermos, graptolites y conodontos. Igualmente aparecen las primeras plantas verdes y hongos sobre la tierra.
Dividiremos la ruta en seis jornadas, para realizarla de modo tranquilo y poder disfrutar de los enclaves y del prodigioso entorno natural y patrimonial como merece. Hemos de hacer hincapié en el respeto al entorno, no dejemos basuras y por favor, no esquilmemos los fósiles del lugar a visitar, legemos a generaciones futuras un patrimonio intacto para que ellos disfruten del mismo modo del que vamos a hacer nosotros.
Jornada 1: Toledo – Totanés. 31 kilómetros.
Totanés. Plaza de la iglesia y verraco vetón
Salimos de Toledo dirección al pequeño pueblo de Totanés. En la plaza del ayuntamiento tenemos un verraco vetón y una preciosa iglesia del siglo XIV. También en el casco urbano tenemos integrado en la biblioteca el museo Ildefonso RecioValverde, donde podemos encontrar restos arqueológicos de los alrededores y mucho material fósil.
Destacamos el curioso trilobites agnostida serrodiscus, casi endémico de la zona del pueblo, más pequeño y antiguo que los del resto de los Montes de Toledo, encuadrado en el periodo Cámbrico (541-485 millones de años).
Para finalizar la visita al pueblo podemos ir a ver un curioso crómlech (4000-1000 a.C), situado a unos 2 kilómetros en el camino asfaltado que lleva al vecino pueblo de Pulgar. Con forma de corazón, es uno de los escasos ejemplares que existen en la zona centro peninsular de este tipo de construcción. Tenemos más información en la revista Astronomía núm. 241-242 (2019).
Desde el crómlech hay unas estupendas vistas del Pico de Noez (1034m.), donde existe un observatorio de estrellas y unas trincheras de la Guerra Civil; a su lado la sierra de Alpuébrega, con un poblado de la edad del Bronce o Hierro en altura.
Jornada 2: Totanés – Los Navalucillos. 48 kilómetros. Dejamos el coche en la plaza Encinar, y a un par de kilómetros por la calle Serrachuela, nos dirigimos al risco Tambor (902 m.). No tenemos sendero para subir, y su ladera está formada por piedras sueltas que dificultan el ascenso. En el tramo medio tenemos un enorme panel de fósiles de Daedalus halli (Rouault) – sección transversa-, muy bien conservados. Se trata de un icnofósil o huella por desplazamiento en espiral dejada por un organismo tipo gusano.
Ya en la cima tenemos los restos del «tambor», que da el nombre al lugar. Se trata de una estructura de piedra de 0,5 metros de altura que parece una mesa o tambor, seguramente natural, hoy desgraciadamente derribado en parte. Tiene asociada la leyenda de que cuando se cernía un peligro sobre el pueblo se hacía sonar para conjurar al mismo. Lo que nos recuerda ciertos lugares ancestrales mágicos de misma tradición. A un par de kilómetros al norte, campo a través, tenemos el risco de la Paloma – toda esta zona es también conocida con el nombre de las Colmenillas -. Camino a este lugar tenemos restos de suelo marino con más icnofósiles, y ya en el enclave en sí, una cueva refugio de pastores con restos de fogata y un pequeño poblado en altura de antigüedad indeterminada, con restos de chozos y muros.
Si tenemos tiempo y queremos, en Los Navalucillos existen numerosos cerros y terreno montañoso para encontrar más fósiles, también a pie de camino, así como gran cantidad de enclaves naturales de fama nacional.
Jornada 3: Los Navalucillos – Piedraescrita. 39 kilómetros
Este pequeño pueblo de la Jara Toledana, de unos 300 habitantes, tiene una de las iglesias más pintorescas de la península. Santa María de Piedraescrita conserva el Pantocrátor románico situado más al sur de España, la estructura de su fábrica y otros elementos de su interior tienen características paleocristianas, prerrománicas, románicas y mudéjar, que hacen de su estudio un gran puzle todavía sin desentrañar.
Desde este edificio, mirando al oeste tenemos el cerro anterior a nuestro objetivo: el cerro de las Moradas (1378 m.). Nos separa una distancia de unos 3 kilómetros, mucho de ello campo a través, duro y dificultoso, por el cual veremos numeroso suelo marino, formado por conglomerados de roca sedimentaria. En la cumbre de Las Moradas, sobre una gran superficie de cuarcita mirando al este, tenemos el llamado Gusano de las Moradas. Se trata de un paso de trilobites, de unos 10 metros de longitud y cerca de 2 metros de ancho, con unos 10 centímetros de diámetro de trazado. Uno de los ejemplos más sobresalientes que podamos encontrar de esta tipología.
Jornada 4: Piedraescrita – Navas de Estena. 82 kilómetros
Deshacemos nuestro camino hasta llegar al cruce de Navas de Estena – Hontanar. Justo enfrente de este último pueblo, a nuestra derecha y señalizado tenemos el camino (en buen estado salvo los últimos 100 metros) que nos llevará hasta el despoblado de Malamoneda, son unos 3 kilómetros desde el cruce. Este enclave es el yacimiento arqueológico más conocido de los Montes de Toledo. Famoso por su torre y necrópolis de más de 100 tumbas, igualmente tenemos los restos de su castillo y un paraje natural privilegiado.
Ya en la entrada a Navas de Estena tenemos un pequeño y completo museo de fósiles de la zona, donde también podemos informarnos de los siguientes objetivos a conocer en este municipio.
El primero de ellos es el conocidísimo Boquerón del Estena. Perfectamente señalizado, es un itinerario lineal de muy fácil recorrido, de unos 6,5 kilómetros (ida y vuelta). Recorremos la senda sin perder ni un momento al río. Casi al comienzo tenemos las Torres del Estena, que son unas prominencias rocosas producidas por una falla geológica. En una de sus bases hay una cueva, aquí habitaba hasta 1932 un ermitaño conocido como Tío Cestero, que elaboraba productos de mimbre para vivir del trueque. Solo pensar que en este lugar hubiera vivido una persona hace daño, pero eran otros tiempos. Algo más adelante tenemos el risco Tirapanes, donde las mujeres lanzaban la comida a sus maridos cuando estos trabajaban al otro lado del río.
Pasaremos un bonito paraje hasta llegar a la joya de la ruta: el fósil de la galería del gusano gigante. Hallado en 2009, es uno de los fósiles más impresionantes de España, la huella de un gusano marino que vivió hace unos 475 millones de años, la más antigua del planeta conocida hasta la fecha. Aquel gusano (Paleophycus Tubularis) habitaba una playa del continente Godswana, muy cerca del Polo Sur actual. Mide 12 metros de longitud y unos 1,5 metros de ancho, con 20 centímetros de diámetro de galería.
El itinerario se completa con otras huellas fósiles diseminadas por la ruta, y diversos puntos de interés botánico y geológico.
El segundo objetivo a visitar es la ruta del Acebo y las Fuentes. Se trata de un itinerario lineal de fácil recorrido y señalizado de unos 3,6 kilómetros (ida y vuelta). Parte de un área recreativa y continúa por una pista forestal anexa al boquerón del Estena, pasaremos por varias fuentes y diversos parajes de interés botánico, la ruta termina en una turbera, recuerdo de épocas antiguas más frías y húmedas.
El verdadero tesoro no está en el itinerario oficial. Justo al comienzo de la ruta descrita anteriormente sale un sendero no muy bien marcado que lleva al río, justo al otro lado y escondido en un abrigo del cerro anexo, tenemos un panel de cruzianas y rusophycus único en cuanto a calidad de conservación. Se piensa que tal acumulación se debe a una actividad de apareamiento o de defensa ante un depredador. Tendrá unos 9 metros de largo por 3 de ancho con unos detalles de las huellas muy difícil de ver en otros lugares. Cuidado con las caídas y cauce del río.
Concentración de trazas de cruzianas y rusophycus en cuarcita armoricana.
Jornada 5: Navas de Estena – Fontanarejo. 70 kilómetros
A unos 13 kilómetros de la ruta tenemos el pueblo de Retuerta de Bullaque. Aquí podemos tomar algo en el bar-restaurante Casa Román, en este local podemos ver la réplica de un meteorito de 100 kilos de peso encontrado por la familia que lo regenta en los años 80, que creyendo que se trataba de chatarra espacial fue utilizado como prensador de jamones durante décadas, hasta que un geólogo del CSIC se hizo eco del hecho, que acercándose al pueblo para examinarlo, lo catalogó posteriormente como se merece.
Fontanarejo es un pueblo repleto de enclaves arqueológicos de primer orden y de un basto territorio forestal. También es muy conocido por las fiestas de San Felipe y Santiago (30 abril-2 mayo) – llamadas fiestas de la Luminaria-, donde el pueblo parece arder por la cantidad de humo de la quema de romero que casi oculta las calles del mismo, puede que recuerdo de alguna peste superada antaño. Curiosa es la campana de la torre de la iglesia, con propiedades conjuranderas, a modo de lo que vimos en el «tambor» de los Navalucillos.
Nuestro objetivo en este municipio es el cerro del Águila (812 metros), situado a unos 3 kilómetros por camino fácil. La ascensión no está señalizada y prácticamente es campo a través. En su cima tenemos un afloramiento cuarcítico de unos 12000 m2 de icnofósil de Daedalus desglandi (Rouault), lo que posiblemente hace del yacimiento el más grande a nivel mundial en su género.
En este mismo lugar podemos ver restos de un asentamiento humano de la Edad de los Metales, seguramente utilizado de forma intermitente con finalidades ganaderas-cazadoras, aunque no se descarta el uso religioso, lo que hace del conjunto un lugar más mágico si cabe.
Jornada 6:Fontanarejo – Arroba de los Montes. 8 kilómetros
Arroba de los Montes es uno de los grandes desconocidos en cuanto a patrimonio natural y restos arqueológicos, pues es raro ver a nivel nacional ver tantos de ellos acumulados, de tanta importancia y singulares, y en un grado de conservación tal alto. Por espacio es imposible abarcarlos y nombrarlos en estas páginas, por lo que nos centraremos en el tema principal de este artículo, los fósiles, los cuales aparecen por doquier en cualquier paraje de este municipio.
Nuestro primer punto de parada es su iglesia consagrada a la Asunción, datada en el siglo XV, levantada sobre una basílica visigoda y seguramente sobre un antiguo dolmen. Conserva en su interior unas pinturas medievales, que narran la toma de la mezquita mayor de Toledo por los cristianos y representan por primera vez conocida a la Catedral Primada.
En los muros exteriores podemos ver grabados distinta simbología mágica, como pueden ser estrellas de cinco puntas, con finalidad protectora, así como también cruzianas tipo didymalichnus cortadas en forma de cruz latina.
Arroba de los Montes. Iglesia de la Asunción
Nuestra última parada es el enclave de Peñas Pardas, situado a unos 3 km del municipio en paralelo y a escasa distancia de la carretera CR-721 dirección Piedrabuena. En el ayuntamiento tienen un mapa de ruta – circular de 8,7 kilómetros de fácil dificultad – para visitar este lugar y completar con otros núcleos de valor antropológico y natural. En este enclave, además de encontrar en su entorno plantas endémicas de este lugar y unos afloramientos de agua que nunca se secan, tenemos un santuario prehistórico bastante peculiar. En la parte más alta tenemos una piedra caballera, y a ambos lados de la misma dos ídolos. Uno de ellos, el llamado ídolo de Arroba o laCabeza, mide unos de 3 metros y recuerda un ser humanoide de épocas pretéritas, que con cierto juego de luces y sombras da una imagen bastante intimidatoria. El otro ídolo, llamado el Cíclope, mide unos 5 metros de altura y, como su propio nombre indica, parece tener un solo ojo y esbozar una sonrisa turbadora. Pues bien, la «cara» de este último ídolo no es más que el fósil de una gusano gigante (Paleophycus Tubularis).
Si a esto añadimos que la Cabeza mira a unos poblados prehistóricos en altura situados a un par de kilómetros, y que en su entorno existen dólmenes, necrópolis, y demás restos ancestrales, tenemos un paraje de lo más singular y subyugante. Un broche de oro a las jornadas que llevamos a nuestras espaldas.
Arroba de los Montes. Cíclope y Cabeza de Peñas Pardas
Un artículo de Antonio Martín Asperilla
BIBLIOGRAFÍA
– Cabañeros. Asociación Concejo de la Mancomunidad. Cabañeros Ser natural. (Egraf, 2014)
– Gil Cid, Mª Dolores. Los trilobites del Cámbrico inferior de Totanés, Toledo. (1986)
– Gutierrez-Marco, Juan Carlos; Lorenzo, Saturnino;Sá, Artur A. Fontanarejo (Ciudad Real): una localidad icnológica excepcional de Ordovícico inferior en los Montes de Toledo Meriodionales. (2017)
– Gutiérrez-Marco, Juan Carlos; Rábano, Isabel; de San José, Miguel Ángel; Pieren, Agustín P.
Parque Nacional de Cabañeros: un pasado marino de hace 500 millones de años (2015)
– Martín Asperilla, Antonio. Guía Mágica. Los Montes de Toledo (2018)
En el mismo se hace referencia a la excavación arqueológica de unos restos de la Guerra Civil superpuestos a otros mucho más antiguos. Es lo que podría ocurrir en la Sierra de Noez (1034m), concretamente en el observatorio de la Guerra Civil. Los vecinos conocemos que fue levantado por un pequeño contingente republicano sin apenas recursos, siendo utilizado durante poco tiempo en la contienda.
Cualquiera que lo visite in situ observará que es un punto demasiado grande como para ser construido en tan poco tiempo, además el volumen de escombro y la naturaleza del suelo hace casi imposible su construcción en ese periodo, demasiado trabajo para esas circunstancias. Tampoco cumple con su supuesto cometido, pues ni se pueden observar los enfrentamientos en Toledo capital, ni podemos vigilar el paso de Toledo a los Montes, pues la vista lo impide el mismo Pico de Noez y la sierra de Alpuébrega. Los republicanos lo utilizaron porque ya había restos de defensa más antiguos, y al darse cuenta de su inutilidad lo abandonaron enseguida, igualmente los dejaba indefensos por el flanco oeste.
Parte de la respuesta nos la da la toponimia del enclave, «los Castillejos», que hace referencia a un punto defensivo fortificado de antigüedad indeterminada. Los restos y escombros dispersos por la zona nos recuerdan a los de un «poblado» en altura de la Edad de Bronce, posiblemente un punto de vigilancia o religioso del vecino emplazamiento de Alpuébrega, a unos 2 kilómetros de distancia, al otro lado del Pico de Noez, perfectamente visible desde este.
A unos 20 metros tenemos los restos de las «Tres Hermanas», un afloramiento rocoso en forma de pieza dental, tenía tres salientes naturales de unos 4-5 metros de altura a modo de menhires que un rayo redujo a escombros a mediados del siglo XX. La leyenda cuenta que eran unas hermanas que se opusieron a la palabra de Dios, y este las convirtió en piedra. Nos recuerda el relato bíblico de la estatua de sal de la esposa de Lot, y es que, como en Sodoma y Gomorra, el relato puede encubrir la desaparición de un poblado pagano por no seguir las normas de la nueva religión triunfante, la cristiana.
Aún más curioso es una estructura de piedra situada a unos 150 metros, llamada por los lugareños «cocinilla del Manco», a modo de altar. Presenta unos supuestos escalones tallados en la roca, que junto con otras piedras, hacen de calza a una gran plancha de piedra situada a modo de tabla de mesa. A su izquierda, hacia donde tiene inclinación dicha tabla, encontramos canalizaciones de líquido, puede que naturales o remarcadas artificialmente. La colocación de las calzas de piedra son bastante llamativas, tanto por su tamaño, como por su situación en la estructura.
Comentado lo anterior, y sin hacernos ilusiones, podríamos estar ante un emplazamiento sacro de origen muy antiguo, por ahora mera hipótesis. Ojalá que futuras investigaciones nos saquen de dudas.
La historia de cómo conocí La Cripta de la Iglesia de Santiago es una de la más curiosas que puedo contar, y cuando lo hago lo pongo como ejemplo de narración mágica pura.
Soy terapeuta ocupacional de geriatría, estando trabajando en mi centro dentro de una taller de memoria pregunté a los residentes de Noblejas por el patrimonio desconocido de su parroquia. En principio me comentaron que existía un túnel que unía una antigua casa del pueblo con la iglesia, lo sabían porque alguno de ellos siendo criado de dicha casa lo había utilizado. Se hundió décadas atrás por el paso de una pesada galera y fue colmatado para evitar accidentes.
Lo increíble viene después: me relatan que bajo la cabecera de la iglesia existe una cripta con un altar fabricado con cráneos humanos gigantes, muertos desperdigados por el suelo, una horca y paredes con antiguos escritos en latín. En fin… se pueden imaginar mi cara de estupefacción al escuchar aquello. Lo malo para mí es que no podía verlo ni demostrarlo, pues al parecer estaba tabicado desde hace mucho tiempo, y era imposible acceder a ello. Por aquel entonces estaba escribiendo el libro Guía Mágica. La Mesa de Ocaña (Marañón, 2013), decidí no incluir este relato por inverosímil y miedo a ser tachado de amarillista. En el libro comenté que se trataba de un osario (como indica el nombre de la calle anexa a la iglesia) y poco más.
Meses más tarde en una presentación del libro en Noblejas comenté este hecho, y cuál fue mi sorpresa cuando varios de los presentes me confirman la historia. No me lo podía creer, pero precisaba verlo con mis propios ojos, algo tan increíble… necesitaba imperiosamente más información. La prueba final me la proporcionó Celestino Pérez, amigo y vecino de Noblejas, que me dejó unas fotos del enclave tomadas en 1997, cuando rehabilitaron el suelo del templo.
Al final, muchas de las historias más increíbles y fantásticas son reales, como demuestra lo que les acabo de narrar, el mundo mágico tiene estas cosas. Ahora, terminemos de separar el «trigo de la paja»: en verdad existe un altar de calaveras, pero no de cráneos gigantes, piensen que estos abuelos lo vieron siendo niños, y las sombras y el miedo juegan malas pasadas; los escritos en latín son palabras grabadas en castellano antiguo en la cruz de madera del altar de la cripta; la horca es un poste de madera para colocar un candil; y si, hay cadáveres en el suelo, caídos de sus respectivos ataúdes, por la inercia del deterioro de su lugar de descanso…
¿Quién estaba allí enterrado y de cuando data? poco se sabe, puede que sea una construcción de finales del siglo XVII, principios del XVIII. Los muertos pueden que sean antiguos nobles del pueblo, o puede que heterodoxos, de ahí el tabicar así el lugar. De todas formas es una pena que un lugar como este se pierda, ojalá en un futuro se abra y rehabilite.
¿Son el Santuario del Castellar y la Cueva de la Yedra la misma cosa, siendo el santuario dedicado a la Virgen cristiana y la Cueva a la Diosa Madre pagana?
El Neopaganismo es el conjunto de movimientos espirituales modernos (se inician a finales del siglo XIX – principios siglo XX) inspirados en antiguas religiones paganas, especialmente por la griega y celta entre otras, en su corriente reconstruccionista; así como por las corrientes filosóficas como el Hermetismo y el Pitagorismo.
En el Neopaganismo existe una fuerte exaltación de la Naturaleza y lo femenino. Décadas más adelante, ya muy entrado el siglo XX será una clara referencia al movimiento de La Nueva Era (New Age) y de los nuevos cultos relacionados con La Diosa.
Recordemos que a finales del siglo XIX hay un fuerte renacer del esoterismo y a comienzos del siglo XX los movimientos del esoterismo romántico y organizaciones afines como la Sociedad Teosófica (fundada en 1875) de Helena Blavatsky tienen una fuerte implantación en España hasta la Guerra Civil. Muchos de sus miembros estaban también vinculados a la francmasonería, y en particular a la Gran Logia.
LA CUEVA DE LA YEDRA
Tengamos en cuenta que la Cueva de la Yedra está formada por 11 estancias, una de ellas ocupada por 11 columnas colocadas en forma de rueda.
LA TOPONIMIA DE LA YEDRA Y EL NÚMERO 11
En numerología el número 11 representa el Conocimiento secreto y maestro, en gran parte de los escritos sagrados y arquitectura sacra encontramos esta cifra representada. Aleister Crowley lo definió como el número de la magia por excelencia. El número once y su par, 11:11 (el sentido de giro – el espejo), engloban un código sincromístico, relacionado para muchas personas con la comunicación de una inteligencia cósmica que busca abrir un portal en la conciencia y en la genética humana.
La Yedra es una planta medicinal, puede ser beneficiosa para el ser humano, pero al mismo tiempo toxica, siendo letal. Un paralelismo muy dado en esoterismo, encubriendo lugar de prácticas ocultistas. Planta poderosa para hacer fluir el amor entre amigos, compañeros de trabajo, entre los miembros de un coven. Los empuja a encontrar el consenso y la armonía a través del esfuerzo de la unión de sus espíritus e ideas.
La Yedra es un puente entre el mundo de las hadas y el de los humanos. La fuerza, el misterio y la belleza de la yedra encantan los sentidos. El símbolo de las hadas es la mariposa, representa la metamorfosis, el nacer – morir – renacer. El camino del iniciado a través de la dura senda de la sabiduría y el renacer como “hombre nuevo”.
La Yedra es el mes número 11 del calendario celta (30 sept – 27 0ct), haciendo puente entre la festividad de Mabon (23 sept) – fiesta del equinoccio de otoño, de la cosecha o día del banquete – y Samhain (5-7 nov) – festividad de la muerte y el renacer, el momento mágico en el que los dos mundos se tocan -. Igualmente se sitúa en el occidente, como las entradas a la Cueva de la Yedra y otros templos dedicados a la Madre como son las Catedrales. A la Yedra la precede la Vid, otra planta mágica relacionada nada más y nada menos que con Noé, y de vital importancia en la economía de la zona de Villarrubia, por la industria del vino. Arcano del Tarot número 11: la Fuerza
No está representada por ningún guerrero musculoso o una mano potente, sino por una mujer (señalamos figura femenina) doblegando mansamente a un león. La dama significa la inteligencia y la estabilidad, el león la agresividad y la materia. Por lo tanto, con inteligencia, espiritualidad y determinación se puede dominar a la fuerza bruta. Igualmente señala la voluntad que se ha de tener para vencer. Diosas relacionadas con la Yedra: Perséphone, Hécate, Arianrhod y Rhiannon.
Todas ellas tienen en común que son llamadas “Gran Madre” y son diosas de la tierra y el ciclo agrario, de la fertilidad y el renacimiento, de la vida-muerte-resurrección y reinas del inframundo-de la cueva- del gran útero materno. Daat, la Sefirot número 11
Daat significa Conocimiento, es la Sefirot oculta, la que se encuentra sobre el abismo. Entendemos por Abismo la barrera en la percepción del mundo como dualidad, el límite de lo que puede ser conocido. Representa igualmente la manzana del Árbol que tienta a Eva pues, el Conocimiento que obtendría al comerla, la haría igual a Dios. Claramente, si puedes traspasar la frontera del Abismo entras en la Triada Divina. Y esto es algo que conocen bien todos aquellos Maestros que han podido trascenderla.
El orden angélico de Daat es Najashim – serpientes -, es esta misma la que ofrece en el paraíso el fruto prohibido a Eva.
¿Tenemos en Villarrubia de Santiago algo relacionado con serpientes? Si, la iglesia; dedicada a San Bartolomé, santo esotérico por excelencia, aquel que sufrió el despellejamiento en vida y siguió predicando, el santo que representa la serpiente, el cambiar de piel para llegar a ser un hombre nuevo.
Por otro lado: ¿puede encajar la el Árbol de la Vida de la cábala en algún lugar? Puede, es una hipótesis arriesgada, pero los habitáculos de la Cueva de la Yedra y su disposición pueden encajar con ello. Además hay 10 + 1 columnas, ¿al igual que las 10 + 1 sefirot? Las columnas de la Cueva de la Yedra. ¿El símbolo esotérico de LA RUEDA?
El elemento del pilar-rotonda central y la colocación en círculo del resto de columnas es muy curioso, pues otras construcciones religiosas no muy ortodoxas lo tienen, puede que no en forma de columna pero que cumpla la misma función, un elemento central alrededor del cual el buscador de trascendencia inicia su camino en un rito con trayecto circular no muy bien conocido. Una posible explicación es que dicha rotonda central y el rito alrededor de la misma representen el simbolismo mistérico de la rueda. La Rueda constituye un símbolo como señal del movimiento eterno del cosmos, el cual gira de forma incesante en torno a un centro inmóvil e inalterable. Son los ciclos eternos de la vida, el nacimiento-muerte-resurrección.
Véase los ejemplos en antropología como los musulmanes en La Meca, los indios danzando en círculo o los cristianos en el baile de los cordones en muchas de nuestras romerías. Igualmente en numerosas construcciones: sala tabicada en Santa Mª de Wamba (Valladolid), donde ha llegado hasta nuestros días una columna central muy desgastada de tanto ser utilizada; y ritos circulares alrededor del templo como en la Cueva de la Luna de Titulcia (Madrid) o la ermita de Eunate (Navarra) en pleno Camino de Santiago. EL SANTUARIO SAGRADO Y ANCESTRAL DEL CASTELLAR. LA MORADA DE LA VIRGEN
El enclave es sagrado y ancestral por lo siguiente:
– La toponimia Castellar refiere a castillo, lugar fortificado, lugar habitado, castro…
– La capilla de la virgen Castellar está situada sobre una cueva (lugar sagrado – útero de la Gran Madre)
– Presencia de exvotos en el santuario. Milagros y sucesos grandiosos.
– Presencia de tierra y agua medicinal, comercializada en siglos pasados.
– Presencia de tumbas ancestrales (edades de hierro y bronce) debajo de la planta del santuario y en alrededores.
– Presencia de despoblados, cuevas y fortificaciones ancestrales en alrededores.
– Presencia de eremitorios en el mismo macizo del Castellar, casi inalcanzables, salvo por especialistas en descensos.
– Existencia de una construcción / ermita rupestre que fue devorada y destruida hace décadas por la actual mina de sulfatos del Castellar
– Existencia de vórtice telúrico en el altar, en levógiro 19500 UB.
– La Granada en la mano de la Virgen. Una talla tardorrománica entronizada con dicho fruto en la mano derecha. Simbólicamente representa el poder y la fertilidad. Se puede recoger dicha iconografía desde retratos de reyes poderosos, en las columnas del templo de Salomón y en numerosos pasajes de la Biblia y otros escritos del mundo antiguo. Igualmente en la Masonería. Elementos arquitectónicos comunes del Santuario del Castellar y la Cueva de la Yedra
Si nos fijamos en la Cruz de la fuente del santuario y en la columna central de la Yedra están construidas por restos de rulos de campo. El resto de las columnas tanto del santuario como de la Yedra han sido reutilizadas, cortadas y picadas para fijar cal. Da la sensación de haber sido reutilizadas de algún derribo de una casona del siglo XVI al XVIII. ¿Hubo un derribo y alguien adquirió esos materiales para reformar el santuario del Castellar y armar la Cueva de la Yedra? Tenemos indicios de que la rehabilitación del Castellar sucedió en el siglo XIX, y el comienzo de construcción de la Cueva de la Yedra puede datar del mismo tiempo. Romerías y Festividades: Perséfone vs Virgen del Castellar
Conviene recordar que la granada es el fruto mediante la cual Hades encerró a Perséfone en el inframundo.
Villarrubia de Santiago tiene sus fiestas populares muy relacionadas con la vida – agricultura. Veamos el paralelismo con los antiguos Misterios Eleusinos en honor a Perséfone:
– Misterios Menores: en el mes de anthesterion (mes del florecimiento), que no tenía fecha fija, entre febrero – abril. En Villarrubia tenemos la Romería de San Marcos (finales de abril) donde se sale al campo al lado de unas fuentes; y donde por cierto, y señalémoslo, no existe ni ha existido imagen o talla del santo en cuestión.
– Misterios Mayores: en el mes de boedromion, aproximadamente septiembre. Duración 9 días. Los misterios terminaban con el regreso de Perséfone al Telesterion, su templo en Eleusis, aproximadamente el dia 23 del citado mes.
Pues bien, las Fiestas Mayores de Villarrubia son las de la Virgen del Castellar, se dan del 5 al 10 de septiembre, y finalizan con la Bajada de la Virgen, el último domingo de septiembre. La vuelta de la Virgen a su santuario, en el altar sobre su cueva.
La virgen regresa a su cueva y comienza el mes celta de la Yedra, ¿coincidencia?
PUNTOS TELÚRICOS
Para los interesados, el especialista en radiestesia Epifanio Alcañiz ha testado en estos enclaves los siguientes vórtices energéticos:
– Santuario de Castellar: donde se sitúa la Virgen en su camarín, es decir, en la cueva. 19500 UB.
– Iglesia de San Bartolomé: puerta de entrada. 19500 UB. Situada al Norte de la Cueva de la Yedra, a escasos metros.
– Inmueble situado a unos metros al sur de la Cueva de la Yedra. 13500 UB
Es curioso que estos tres vórtices están en levógiro, es decir, vórtices que giran al contrario de las manecillas del reloj. De ellos se dice que sujetan a la tierra cierto tipo de energías, propicias para desencadenar fenómenos de los llamados paranormales, y que darían explicación en parte, a ciertas leyendas e historias asociados a los lugares anteriormente descritos.
CARLOS REILLO. SU CASA Y SU PERSONA
Todo aquel con el que he hablado me ha contado lo mismo: buena persona, inteligente, tocado por la Gracia en el mundo de las Artes, un hombre para todo, colaborador con todos los asuntos del pueblo…
Su casa es la que se sitúa encima de la cueva y una de sus escaleras, hoy tabicada, es la que llevaba a la Cueva de la Yedra. Su familia nunca escuchó hablar de lo que se encontraba tras la escalera, tan solo que había una cueva como cualquier otra.
Fue a comienzos de los años 30 del siglo XX cuando parece que se tabica la puerta original y se cambia la pintura (frescos de la pared) que adornaba la casa en muchas de sus habitaciones, cambiando su imaginería y retocando sus elementos. Se hizo de forma rápida y sin razón aparente.
Si nos fijamos en la decoración exterior, aparece la fecha de la rehabilitación de la casa (1922), y numerosa decoración que recuerda mucho a la simbología de la Masonería. Veamos: casa a tres niveles, con la entrada orientada al oriente, un triangulo que encierra un rombo y un círculo que se asienta sobre dos columnas: ¿Yachín y Boaz?, el número 33 repetido varias veces, dichos treses suman la cifra de 12, étc… ¿Es la casa de un masón o simpatizante de los mismos?
Carlos Reillo. Retrato del Dr Asuero 1929. Archivos de familia. Blanca Giménez Reillo
De Carlos Reillo se decía que gustaba de realizar retratos a sus amigos mientras hablaban o tomaban algo… cuál fue mi sorpresa que uno de esos dibujos que se han conservado es uno dedicado al Dr Asuero, firmado y fechado. La familia no sabía quién era este personaje, pero es uno de los médicos más controvertidos de principios de siglo, era capaz de curar dolencias manejando el V par craneal, el trigémino, a través de las fosas nasales y con unos artilugios a modo de ganzúas fabricadas por él mismo. Por supuesto, en su época fue acusado por otros compañeros de farsante, curandero, esotérico, etc, etc… pero lo cierto es que nunca se ha sabido cómo lo hacía, siendo hasta la actualidad todo un misterio.
CONCLUSIÓN
– La casa de la Yedra puede datar de finales del siglo XIX, y se rehabilitó en 1922.
– El elemento arquitectónico visible más moderno de la cueva de la Yedra es su columna central, formada por rulos de campo, que podrían datar de comienzos del siglo XX, aunque el resto de elementos son de siglos pasados, procedentes seguramente de algún derribo. La cueva en sí seguramente también sea más antigua que los propios elementos constructivos.
– Los elementos decorativos de la fachada y de la planta de la casa pueden ser de influencia masónica.
– Existen indicios entre el paralelismo arquitectónico y espiritual de los enclaves de la Cueva de la Yedra y el Santuario del Castellar.
– Existen indicios entre el paralelismo y relaciones esotéricas asociadas en cuanto a el topónimo Yedra – el número 11 – Diosas Madre – exaltación de la Naturaleza y lo femenino que nos puede llevar a la conclusión de que la cueva en cuestión es una construcción esotérica relacionada de alguna forma con el Santuario del Castellar.
Así pues, y en opinión del autor de este artículo, la Cueva de la Yedra puede ser un exponente único en España del Neopaganismo, una construcción sin referentes en nuestra tierra digna de ser restaurada y mostrada al público.
Inglaterra es un país con un orgullo desmesurado, dado a publicitar por doquier sus victorias como esconder descaradamente sus derrotas. Al contrario, España es una nación que no ha sabido valorar su glorioso pasado, y ha dejado sistemáticamente que otros escriban su historia por ella. Esto ha dado la percepción errónea de que España generalmente solo ha tenido derrotas honorables a lo largo de los siglos, cosa que ha llegado hasta nuestros días, y son pocos los que en verdad conocen la verdadera historia de nuestro país.
Igualmente somos dados a pensar que somos únicos en hacer monumentales cagadas históricas sonrojantes a los ojos del mundo. Lo que vamos a exponer a continuación es un ejemplo de lo escrito anteriormente.
Derrota de Vernon en Cartagena de Indias, 1741
Hasta hace poco casi nadie conocía esta batalla, encuadrada en la Guerra de la Oreja de Jenkins o Guerra del Asiento (1739-1748) en el área del Caribe.
Descrita a grandes rasgos, Inglaterra ansiaba el control y la conquista de la América española. El Almirante Vernon envalentonado por su victoria en Portobelo (1739), y viendo las débiles defensas españolas en aquellas tierras decide dar un golpe de gracia, mortal, al Imperio español. La conquista de Cartagena de Indias, en la actual Colombia, suponía la puerta de entrada casi segura a la bandera británica en sudamérica. Para ello, Vernon contaba con la escuadra más grande jamás reunida, formada por 195 navíos y 32.000 soldados. En frente, Cartagena de Indias, defendida por el Almirante español Don Blas de Lezo, con 6 navíos y 3.500 soldados. Así pues, la derrota española era casi inevitable.
Inglaterra segura de su flamante victoria mandó acuñar una serie de medallas conmemorativas, entre ellas, a cada cual más lacerante para España, se encontraba una cuya leyenda decía «el orgullo español humillado por Vernon» y situaba en el dibujo a Blas de Lezo de rodillas, entregando su espada al Almirante Vernon.
Para horror inglés, y después haber repartido las mencionadas medallas por doquier, Vernon sufre la mayor y humillante derrota infligida a Inglaterra a lo largo de su historia. Su rey, Jorge II, prohibió hablar y mencionar este suceso en las crónicas británicas para intentar enterrarlo. Cosa que casi sucede, y es que bien está el dicho: no vendas la piel del oso antes de matarlo.
Uno puede pensar que un país serio para estas cosas como Inglaterra no volvería a cometer un error tan bochornoso, pero ha vuelto a suceder, esta vez hace relativamente poco tiempo.
Para conmemorar la Batalla de Trafalgar (1805), en la que el Almirante Nelson derrotó a la escuadra franco-española, la Casa de la Moneda inglesa decidió sacar a la luz una serie de medallas de varios valores. En las que se refiere a Gibraltar, acuñó (2005) una de 1 corona y 5 libras en las que aparece Nelson herido, recogido por un compatriota. Recordemos que fue en Trafalgar donde Nelson perdió honorablemente la vida. Pero increíblemente los artífices de crear dicha medalla cometieron un error: el dibujo empleado en la medalla no es de la Batalla de Trafalgar, si no que es de un óleo del siglo XIX de Richard Westall conmemorando la Derrota de Nelson en Tenerife (1797), cuando Nelson perdió su brazo.
Pues sí, el «invencible» Nelson fue derrotado por milicianos y lugareños españoles en dicho año al intentar conquistar las Canarias para Gran Bretaña. El trofeo de guerra, sus banderas, están expuestas en el museo Militar Regional de Canarias.
En fin, curiosas medallas para la colección de numismáticos y amantes de la historia de España.
El origen del Castillo de Alboer no es bien conocido aunque se le considera hermano de los de Oreja y Alharilla, de origen musulmán fue pasando de manos cristianas a moras y viceversa durante parte de la contienda de la Reconquista. Citado ya en documentos de 1099 se mantuvo en pie hasta bien entrado el siglo XV. Fue durante la Guerra de Sucesión de Castilla (1474-79) entre las hermanas Isabel y Juana cuando Pedro Manrique, Conde de Osorno y partidario de Isabel conquistó y destruyó el castillo. En las Relaciones Topográficas de Felipe II (1575) se describe al castillo como ruinas.
Sin embargo existe otra historia (leyenda) que narra la destrucción del castillo, es la siguiente, y lleva por nombre La Leyenda de la Encantada:
Corrían los tiempos de la Reconquista durante los cuales era Rey de Castilla Alfonso VII (1105-1157). El Señor de Aurelia, un joven y apuesto caballero iba a reunirse con el Señor de Alboer en el castillo de éste último para planificar conjuntamente la defensa del territorio ganado a los moros. En el castillo de Alboer conoció a Juliana, hija del Señor de Alboer y famosa por su gran belleza. Ambos se enamoraron y el caballero prometió a su amada que antes de la Noche de San Juan volvería a su castillo para casarse con ella. Llegado el día Juliana estuvo preparando su castillo para la fiesta, y se retiró a su habitación para esperar la llegada de su amado, donde se peinaba con un peine de oro regalo de su padre años atrás.
La noche había caído y no había noticias del Señor de Aurelia, éste cogió un sendero más peligroso por los desfiladeros de la zona para burlar a una avanzadilla mora replegada por la zona. Una tormenta empezó a desatarse y el padre de Juliana partió en su busca, temiendo que se hubiera encontrado con algún peligro. Juliana quedó sola en el castillo ansiosa y desesperada por la tardanza en llegar de su padre y de su amado, peinándose cada vez más aprisa por el nerviosismo desatado. En esto que llamaron a la puerta fuertemente, y Juliana pensando que eran noticias abrió la puerta ella misma, al abrir se topó con una gitana con su hijo moribundo en brazos que pedía desconsoladamente ayuda al castillo, Juliana en vez de ayudarla la increpó y la echó de malos modos de su puerta; la gitana insistió dos veces más, la última vez Juliana empujó a la gitana tirándola al suelo gritando que se fuera al infierno con su hijo. La gitana levantándose del suelo y mirando fijamente a la chica dijo:
«Bien quiera Dios que mi hijo salve su vida esta noche porque de no ser así maldigo a este castillo, el cual desaparecerá quedando solo las ruinas, igualmente te maldigo a ti, que desaparecerás con el hasta que un caballero de armadura blanca venga a buscarte en una noche de San Juan, hasta entonces te condeno a desaparecer y errar hasta la eternidad»
Dicho esto el niño expiró y la gitana levantando su hijo en dirección a los cielos clamó justicia a su maldición, la tormenta se incrementó, las brumas se hicieron con la zona y los rayos y relámpagos redujeron a ruinas el castillo. Al ver lo que sucedía Juliana se arrodilló pidiendo perdón por su culpa. Momentos más tarde un soldado se acercó a Juliana con una tremenda noticia, el Señor de Aurelia se perdió por el desfiladero al no ver la silueta del castillo, y su caballo al asustarse de un rayo se precipitó por el desfiladero llevándose a su jinete hacia el fondo del barranco. Una capa ensangrentada con el blasón del árbol, armas de Aurelia, era la prueba de su final.
Así pues, Juliana quedó maldita a errar para siempre y solamente puede ser vista durante la noche de San Juan peinándose el cabello junto a uno de los muros de las ruinas del Castillo de Alboer, esperando que algún caballero la libere de su castigo.
Para acceder al Castillo de Alboer hemos de tomar la carretera TO-2530 dirección Villamanrique de Tajo, y poco después del P.K. 10 tenemos un camino que sale a nuestra izquierda, podemos dejar nuestro vehículo en la entrada del mismo y continuar a pie hasta el castillo. A los pies del mismo, junto al camino y justamente en frente de la gran ventana de la fortaleza tenemos una cueva que tiene pinta de haber sido utilizada como bodega, algunos dicen que es la Cueva de la Encantada, donde Juliana espera encerrada hasta la noche de San Juan, cuando sale de ésta para esperar a su deseado caballero.
Ya hace unas semanas os hablábamos sobre una de las leyendas más conocidas de la localidad de Puebla de Sanabria, ubicada en la parte zamorana del Camino de Santiago. Si en la anterior ocasión nos referíamos a la leyenda de su lago, de aroma claramente atlante, esta vez nos centraremos en otro de tantos misterios que esconde esta población. Visitaremos el exterior de la iglesia parroquial, Nuestra Sra. del Azogue.
El templo está situado en la plaza mayor, junto al castillo de Puebla de Sanabria, y junto al ayuntamiento, y fue construida a finales del siglo XII. Posteriormente ha sufrido remodelaciones, pero todavía quedan restos de ésta época, como son los muros laterales de la nave, de estilo románico o los capitales románicos de la puerta, que se encuentran en un estado de conservación excelente y de la puerta en donde aparecen temas bíblicos como Adán y Eva. Otro detalle llamativo que todavía conserva esta iglesia son las figuras humanas situadas en los fustes y que van vestidas con trajes de la época.
Nos centraremos en los capiteles románicos citados, aquellos que muestran las figuras de Adán y Eva…y la serpiente, susurrando al oído de Eva. Todo podría pasar por una de tantas representaciones de la escena del Génesis, pero hay otras circunstancias que nos ponen en alerta sobre el carácter profano de dicha representación. A la vuelta de los capiteles encontramos labradas varias representaciones de algo que parecen ser vulvas humanas, idénticas a las que podemos encontrar en abrigos y cuevas que contienen pinturas rupestres. El Camino de Santiago o Camino de la Vía Láctea, está plagado de serpientes o wuivres, como las llamaban los celtas, a aquellas fuerzas subterráneas que eran capaces de servir como catalizador para la trascendencia del visitante.
Otro dato a tener en cuenta es la advocación de la iglesia parroquial de Puebla de Sanabria, dedicada a Nuestra Sra del Azogue. El Azogue es el nombre como en la antigüedad se conocía al Mercurio, sustancia, sabemos, impresicindible en la Gran Obra Alquímica como uno de sus principios junto al azufre y la sal. Así, el azogue o mercurio sería la parte anímica de la Gran Obca. Azogue procede de la palabra Azoth, nombre del Doble Mercurio alquímico, también llamado Mercurio Filosófico que Comprende la primera y última letra de los alfabetos griego, latino y hebreo, simbolizando “de principio a fin de todo universo”, la letra H simboliza al sol H = Helios (Sol), símbolo de la Gran Obra; el mercurio o azogue nace en cada sublimación y es el único protagonista de nuestra obra. Recordemos que según Paracelso, todas las substancias se componian de sal, azufre y mercurio. Se daba por un hecho la existencia de la quintaesencia, y, al conseguir ésta, se llegaría a la piedra filosofal. El mercurio también da nombre a uno de los planetas de nuestro sistema solar, Mercurio, el más cercano al Sol, y por tanto el que está más cerca de sentir el hálito de la transformación alquímica.
El azogue, por otra parte, también era el nombre dado a una extraña enfermedad que afecta a los trabajadores de las minas de cinabrio (mineral del mercurio), también conocido como «mal de san vito», una enfermedad provocada por la intoxicación por polvo de cinabrio que conlleva una degeneración del sistema nervioso, de ahí el dicho «parece que tienes azogue» cuando alguien se muestra inquieto y no para de moverse. Esta enfermedad, al igual que otras en la antigüedad, tenía connotaciones sagradas, a tal punto que en las culturas más antiguas y recónditas de nuestro planeta, la ingesta de mercurio mediante brebajes o cápsulas, ha sido un habitual en las ceremonias de iniciación o en aquellos casos en los que el que lo ingiere desea alcanzar la inmortalidad.
He aquí un cúmulo de circunstancias que apuntan a la iglesia parroquial de Ntra. Sra. del Azogue a un culto que podemos llamar serpentario, palabra que se ha de utilizar con el sentido con el que se dotaba al reptil en la antigüedad, como portador de conocimiento secreto (la serpiente susurra a Adán y Eva, nuestros primeros padres), del mundo subterráneo (las vulvas representadas en los capiteles), y de la inmortalidad (en referencia al azogue y al cambio de piel del reptil que legendariamente le otorga la inmortalidad). Esta iglesia se alza, a la luz de los indicios, como un hito donde el que el caminante consciente debe adquirir varias lecciones para llevar a buen término su viaje iniciático: debe comprender el papel de la Tierra como matriz catalizadora de la Obra Alquímica y el compromiso con la obtención del Mercurio Alquímico, ente anímico y dinamizador del proceso que se ha de conjugar con el Sol y con otros de los elementos citados.
Si unimos lo narrado a la leyenda del Lago de Sanabria y otros indicios presentes en la localidad, no podremos sino afirmar la importancia de este punto en el ruta jacobea, pero no en la ruta turística o el recorrido judeo-cristiano programado desde las instituciones oficiales, sino de aquel Camino de la Vía Láctea que muchos recorrieron para encontrar y estudiar las leyes del Cosmos y el papel del ser humano en él.
Resulta curiosa la denominacion «Prerrománico Andaluz» siendo este concepto mas usual de la Cornisa Cantabrica, y que erróneamente siempre relacionamos con Asturias y sus Joyas Prerromanicas conocidas en el mundo entero. Sin embargo ultimamente se habla mucho de un Prerromanico Peninsular, desconocido para el gran publico, y mas concretamente y «rizando el rizo» de un Prerromanico en la zona Sur de España, cuestion problemática debido a la presencia Musulmana desde el 711 en aquella región. Pese a todo creo que dicho concepto no puede ser mas aceptado, ya que en la epoca Visigoda e incluso con la dominación Musulmana olvidamos que hubo otros pueblos que vivieron en aquellos Reinos, tales como los Bizantinos, que podemos relacionar con el Arte Paleocristiano, y los Mozárabes, recordemos, Cristianos en territorio de Al-Andalus, que mantuvieron su religion, con el conocido como «Rito Mozarabe».
¿Que por que es aceptada la denominacion Prerromanico Andaluz?, he aqui tres ejemplos:
El Baptisterio de Gabia Grande: Muy cerca de la capital Granadina, es un edificio semienterrado bajo tierra, un monumento unico y excepcional en nuestro país. De planta cuadrada con una pila octogonal de mármol blanco en su centro, cubierto por bóveda de media esfera y con un ábside, una torre con escalera de caracol y una larga galería de acceso. De estilo Bizantino, en los años de dominacion Visigoda, cuando gran parte de Andalucia estaba bajo el poder de Constantinopla.
La Basílica de Bobastro, en Ardales (Malaga), unico representante del Arte Mozarabe en Andalucia, y monumento mas al Sur de este estilo en la Peninsula. Se trata de una Iglesia Rupestre (excavada en la roca), de planta basilical con transepto, de tres naves separadas por arcos de herradura y tres ábsides, el central en arco de herradura inscrito en un cuadrado y los laterales rectangulares.
La Basilica de Vega de Mar: Situada en Marbella (Malaga). Relacionada con el Arte Paleocristiano, se cree que pudo ser construida por Monjes venidos del Norte de Africa. Tiene planta basilical de tres naves, con dos ábsides, dos pórticos laterales y una pila bautismal muy interesante en un aposento lateral. En su exterior hay una Necropolis antiquisima que llega hasta el Siglo VIII, centuria de invasion Musulmana de la Peninsula.
*Mas Info y Fuente: http://www.turismo-prerromanico.com/viajes/recomendados/VISMOZ_ANDALUS
A tan bizarro título responde un hecho sucedido en Santa Cruz de la Zarza (Toledo) en el último tercio del siglo XIX, reinando en España el Rey Amadeo I. Dado que lo narrado en las próximas líneas no es ficción y los descendientes de los protagonistas viven en la actualidad en dicho pueblo, evitaremos nombrar en lo posible la casa y la familia en cuestión. La historia narra el asesinato y posteriores sucesos ocurridos a raíz de dicho acontecimiento a través de más de medio siglo. Incidentes explicables, si es que se puede, dentro de la fenomenología poltergeist, es decir, fenómenos extraños o paranormales inexplicables dentro de las leyes de la naturaleza.
Todo comenzó con motivo del fallecimiento de una vecina de Santa Cruz llamada B.R., quién en vez de dejar la herencia a su marido decide dejar gran parte de la misma a sus hermanos P.R., R.R. y otra hermana cuyo nombre desconozco. Así pues, el marido de la viuda, E.M., llamado «El R.», hombre con tendencia a tener problemas derivados del consumo del alcohol, estalla en una violenta discusión con los hermanos de la fallecida durante el sepelio de ésta amenazándoles de forma violenta.
Pasó algo de tiempo cuando un día P.R., hombre de una talla intelectual y cultural prominente, abogado de profesión y ligado al ayuntamiento de su pueblo, paseaba con su perro por el camino denominado en el municipio «de la Veguilla», cuando salió a su encuentro E.M. a lomos de una burra portando en sus manos una escopeta. Al pasar al lado y sin cruzar palabra, este último descerrajó un disparo a boca jarro al abogado destrozándole por completo la cavidad abdominal, la herida fue mortal de necesidad. Al parecer, el suceso fue advertido por una mujer y su hija que se encontraban trabajando en unos sembrados cercanos, y así lo narraron a las autoridades competentes de la época. R.R., hermano del asesinado y abogado igualmente de profesión, fue el encargado de llevar a juicio al asesino y hacer que recayese sobre el mismo una pena de cárcel bastante importante con un posterior destierro del pueblo.
Dichos hermanos, hombres realmente importantes en su época, tenían unos fuertes ideales republicanos y anticlericales, no obstante, fueron los que trajeron los ideales de la República, si se puede decir de esta forma, a su pueblo. Igualmente fundaron un teatro y una banda de música. Se decía que Don R.R. se reunía en secreto con una serie de personas afines a su ideología en cuevas y lugares apartados donde poder discutir ideas y propósitos con cierta seguridad. De ahí que en Santa Cruz se escuchase por esta época el siguiente dicho:
«Dónde vas R.R.,
tan gallardo y tan ufano,
a la Cueva de Aldovera,
con todos los republicanos.»
Hasta este punto todo parece un suceso más de aquellos llamados de la «España negra», de herencias y ajusticiamientos. Lo raro y lo absurdo sucede cuando en la autopsia del asesinado, según cuentan los ancianos del pueblo, que a su vez lo han escuchado de sus mayores, el hermano decide coger la legua del fallecido e introducirla en un frasco de formol, dejándola posteriormente en el aparador de la biblioteca de la casa. Pasa el tiempo y mueren todos los individuos relacionados con este luctuoso suceso. Que decir cabe que son enterrados, con el resto de la familia, en el cementerio civil de la localidad.
Trascurridos unos años la casa es heredada por una sobrina nieta, la tía C., mujer muy religiosa, hasta tal punto de vestir habitualmente con el hábito de la Virgen del Carmen. Era muy dada a invitar a casa a sacerdotes y personas afines al ideario católico, para comer o charlar de sus temas. He aquí cuando se empiezan a desencadenar una serie de hechos difícilmente explicables: ruidos, movimientos de objetos con cierta violencia, desapariciones de cosas, etc. Llegó a tal punto que los vecinos contaban que algunas veces se había visto salir de la casa a los criados, con la velocidad de quién haya visto al diablo. Los sucesos lejos de remitir se incrementaron con el tiempo, siendo imposibles de aplacar; rezos y misas no surtían efecto.
Viendo lo que estaba sucediendo, la tía C., aún siendo católica a ultranza, dejó dicho que a su fallecimiento fuese enterrada en el cementerio civil, al lado de toda su familia. Hecho que acaeció a principios de los años 30 del siglo XX. La casa fue heredada por una hija de ésta, y dándose cuenta que la legua de su antepasado estaba todavía en el frasco de formol en un estante de la biblioteca, hizo enterrarla en la misma casa, ofreciendo rezos y misas por el descanso de Don P.R., desapareciendo los fenómenos a partir de entonces.
Dicha familia, buena y querida en el pueblo, todo hay que decirlo, quedó tan marcada por estos acontecimientos que eran dados a visitar lugares de poder con fenomenología parecida siempre que les fuera posible. No obstante, fueron de los primeros en visitar Garabandal (Cantabria), cuando los famosos sucesos de las apariciones marianas, allá por el año 1961. Para finalizar, comentar que la casa donde sucedieron estos hechos aún permanece en pie, muy cerca el ayuntamiento de la localidad. Las tumbas de los protagonistas se pueden visitar dentro de lo que era el antiguo recinto civil del cementerio. Igualmente se me ha comentado que de los hechos acaecidos queda algún registro en los archivos parroquiales.
El antiguo rito del Ro-lang, el cadáver que se levanta
Alexandra David-Néel fue una antropóloga y aventurera francesa que viajó al Tíbet a principios del siglo XX. Sus estudios y descubrimientos , muchos de ellos relacionados con el mundo ancestral y mágico, los recogió en su libro Magos y Místicos de Tíbet. En dicho libro podemos encontrar un rito descrito por un hechicero cuyos orígenes se hunden en la bruma de los tiempos, mucho antes de que el budismo se introdujese por estas tierras. En sus páginas se describe el antiguo rito del Ro-lang, que traducido viene a decir el cadáver que se levanta. Resumiendo, podemos imaginar al viejo hechicero tumbado sobre un cadáver con la boca abierta, recitando una fórmula mágica de boca a boca, al poco tiempo el muerto irá cobrando vida, y es cuando el hechicero aprovechará para arrancarle la lengua y conservarla como objeto mágico.
Pero, ¿por qué la lengua?, puede que sea porque ésta sea un órgano utilizado por el ser humano para articular el lenguaje, y fuese una forma de tener un nexo de unión para el contacto con el más allá. De ahí el querer conservarla, disecada o untada en ungüentos por culturas ancestrales, o en nuestro caso, conservada en formol. Hemos de tener en cuenta que este relato, el de Santa Cruz de la Zarza, transcurre en el siglo XIX, la época del romanticismo y el espiritismo, de la importación a Europa de conocimientos y saberes de lugares lejanos y exóticos.
¿Pudo haberse utilizado este rito en nuestro caso? casi con toda seguridad, no. Pero de ser cierta la historia puede haberse utilizado algo parecido, seguramente para mantener el contacto de alguna forma con el hermano fallecido.
La Cueva de Aldovera
En el relato tenemos una coplilla popular cantada por las gentes de Santa Cruz hasta hace relativamente poco tiempo que hablaba de un lugar de reuniones secretas llamado Cueva de Aldovera, curioso porque no deja de ser la cueva en sí un lugar de adoración y misticismo desde tiempos pretéritos.
Curioso es también que en el pueblo ya nadie se acordase de la ubicación de dicho lugar, ni los eruditos del pueblo conocían su paralelo. Fue un pastor de 90 años quién habló a mi persona por primera vez de esta cueva. Resulta que cuando era niño los pastores de Santa Cruz de la Zarza y los pueblos de alrededor solían llevar a sus rebaños a un despoblado llamado Aldovera, situado a pocos kilómetros del pueblo de Illana (nombre que dicen proviene de la diosa romana Juliana ), provincia de Guadalajara. En un risco sobre un río estaba enclavada dicha Cueva de Aldovera, que en el pueblo alcarreño la denominan «de la Mora Encantada«. Nombre eminentemente mágico donde los haya; más si contamos que la Cueva de Aldovera es una cavidad artificial de datación imprecisa y varias estancias, con entrada dificultosa por su altura y una curiosa leyenda, pues en las noches especiales como la de San Juan, al reflejarse la luna sobre una de las paredes de la cueva se aparece la silueta del rostro de la dama encantada, que si nos detenemos en contemplarla nos daremos cuenta enseguida que más bien parece el rostro de una bestia o un baphomet que el de una dulce doncella.
Para terminar con la cueva diremos que está muy cerca y en el camino del Prado de San Isidro, lugar donde acaeció uno de los milagros achacados a este santo, sin olvidar que el hijo del mismo se llamaba San Illán, como el pueblo.