El significado del Loco en el tarot, en sus vertientes evolutiva, metafísica y predictiva
El Loco es el primer arcano mayor del tarot. No tiene número -más adelante veremos que sí lo tiene- porque puede estar en cualquier sitio, nos lo podemos encontrar personificado en El Mago, en El Colgado o en El Enamorado. Es nuestro héroe y va a emprender su viaje, una aventura sin igual en busca del conocimiento. Para ello cuenta con ligero equipaje, una pequeña bolsa que lleva a modo de hatillo, unos ropajes que parecen los de un bufón y un bastón para caminar con paso firme. Detrás de él, un perro le azuza, le rasga el pantalón y se apoya en la base de su columna vertebral. El Loco huye de su animalidad y decide adentrarse en una terra incógnita, mirando hacia arriba, al cielo, a su meta. El animal, en el tarot de Marsella, le ayuda le empuja desde el pasado, le anima a emprender el viaje.
Nuestro arcano se mueve entre dos mundos, el de la imaginación y el de la cotidianeidad, es su energía la que barre con todo lo establecido con todos los prejuicios; es frenética y arrolladora, es la entropía y el impulso de la vida, inconsciente y sin rumbo fijo, pero con un propósito en sí mismo – Carl Jung lo vio como una representación de nuestro sí mismo–
Su atuendo es curioso. Le adornan unas campanillas, sonando con sus movimientos, anunciando sus pasos, armonizando -podría recordarnos a aquella música de las esferas. Lleva puesta una casulla que parece la de un monje, pero el Loco de monje no tiene nada. Más bien está emparentado con el bufón de la corte o con el joker de los naipes, no en vano, al joker se le tiene como la carta intercambiable por cualquier otra.
El bastón del Loco tiene una forma recta y con él golpea la tierra en cada paso. Anuncia su llegada y la vibración del golpe fertiliza la tierra allá donde pisa. Así, el bastón es un instrumento vigoroso y transmisor de energía activa. A pesar de la barba y de su aspecto masculino, sus ropajes pueden servir a hombres y mujeres, le proporcionan un aspecto ambiguo y burlesco. Su hatillo es el contenedor de lo que necesitará para su transmutación, es útero, grial y porta las semillas de la vida. Si el bastón es energía activa y masculina, el hatillo es el potencial femenino y dador de vida.
Dentro del significado del Loco en el tarot, como una característica de su personalidad, el Loco nos habla del sentimiento anárquico de la naturaleza, de la entropía que hemos mencionado antes. La presencia de bufones en las cortes reales servía para introducir ese elemento de anarquía en el día a día y las decisiones de la realeza. La locura está unida a la creatividad, ¿qué sería de los avances de la ciencia sin ese punto de locura, de atrevimiento y de creatividad? No digamos de otros aspectos de la vida. Esta chispa de locura, de espontaneidad es fundamental en nuestras vidas, nos conecta con nuestro puer aeternus, nuestro niño eterno, el que aún se maneja en el mundo de la fantasía y la intuición. Nos ocurre con frecuencia que aun siendo adultos queremos vestir y participar en actividades de jóvenes intentando de modo inconsciente conectar con ese niño eterno.
En el tarot de Rider-Waite, el loco aparece ataviado con un traje que no desvela nada sobre el sexo de su poseedor; se encamina hacia un precipicio y el perro, lejos de rasgarle la ropa para empujarle, le ladra a modo de advertencia, el precipicio está a pocos pasos del personaje, pero este mira al cielo, feliz y enajenado, el puer aeternus vive en el mundo de la imaginación y la inconsciencia. Esta escena de candidez pueril contrasta con el aspecto “hippioso”, aventurero, bufonesco y casi enajenado del Loco del tarot de Marsella.
El espíritu de aventura y la curiosidad es otro rasgo distintivo del Loco. Arriesgado, aventurero y tenaz, el Loco es capaz de ser impulsivo y volcarse en la realización de hazañas descabelladas, imposibles, heroicas diríamos, para conectar con nuestro “viaje del héroe”. Es ahí donde abandonamos a ese niño eterno y nos conectamos con el reino adulto, el de los caballeros de las cartas de corte del tarot. En el tarot de Marsella este Loco mira al adulto, al futuro, dejando atrás -a su espalda- el mundo de la niñez; el adulto debe avanzar, progresar y encontrar su verdad interior. Este espíritu aventurero y osado, como arquetipo que emerge desde lo inconsciente, puede jugarnos malas pasadas en nuestra vida cotidiana. En nuestro camino a la individuación nuestro inconsciente se nos puede revelar su parte díscola y diablesca, generando energías incontrolables ordenándonos que dejemos este o cual aspecto de nuestra cotidianeidad que termina en el escándalo o la pérdida de posición social.
El loco y la numerología
El Loco no tiene número, pero podemos decir, con riesgo de que se nos critique desde alguna grada, que tiene el número cero. Este número es la guirnalda que rodea al bailarín en la carta del Mundo (XXI), es el huevo primigenio. El número cero es la Nada, la materia prima del universo, el vacío primordial, es el sitio desde donde se genera todo, el número cero otorga un gran valor al resto de los números y crea un milagro progresivo en la numeración: 10, 100, 1.000 y así hasta el infinito. El cero nos habla del punto primordial, el centro del que nace todo, una vez conocido el centro, desde ahí trazamos el círculo y tras el círculo podemos generar todas las formas geométricas. El Loco es el cero, esquemáticamente es un punto desde el que trazar un círculo, no tiene nada, pero lo tiene todo. Y es que el cero está ligado a nuestra vida de muchas formas, solo tenemos que percatarnos de que vivimos en movimiento cíclico constate: la respiración, el movimiento de los astros, nuestras rutinas diarias, la forma de nuestro planeta, el ciclo biológico de la vida y la muerte…
Como arquetipo cósmico, el Loco se convierte así en una deidad no manifestada, en el principio cósmico, en el vacío y en el punto, el útero vacío y en el Uróboros del eterno retorno. Carl Jung llamó a este principio el sí-mismo, el centro de nuestra consciencia y permanece inmanente antes, durante y Si tuviéramos que hablar de este personaje en una lectura de cartas diríamos que simboliza un empuje y una energía dinamizadora que puede desbocarse en cualquier momento. Las cartas que le acompañen nos dirán si esa energía aventurera podrá ser domeñada o por el contrario, se va a diluir en el caos. Si la carta saliera bocabajo en el sistema de tarot evolutivo nos hablaría de desequilibrio, desorientación, locura, huida, miedo a la iniciativa y a las nuevas experiencias.
En una lectura
El significado del Loco en el tarot, en el aspecto predictivo nos puede hablar de emprender negocios, de viajes, de relaciones apasionadas, apertura a nuevas experiencias de todo tipo. Si la carta aparece invertida hay que tomarla muy en serio; nos está hablando de desequilibrio, de personas veletas que cambiarán de opinión sobre algún asunto importante, gente muy impulsiva que no mide las consecuencias de lo que está haciendo.
Las personas que se identifiquen con esta carta en su versión más amable serán impulsivas, aventureras, con buena forma física, amantes del deporte, con ganas de viajar sin rumbo y conocer culturas nuevas, y dadas al emprendimiento empresarial de riesgo. Por el contrario, su versión más oscura nos remitirá a personas con un ego descontrolado, poco sociables, megalomaníacas y erráticas.